Prácticas de viajeros responsables por el mundo
-No dejar los lugares con cosas que no tendrían que estar allí, como basura, o destrucción de elementos naturales, etc. En especial los paisajes muy frágiles, como los desiertos que aparentemente no tienen nada, pero en algunos de los cuales una huella dura años, o en las cuevas, donde la perturbación de las formaciones infinitamente lentas puede ser un desastre. Ni llevarse otras que estarían mejor donde las encontramos, como rocas o plantas, fotografías no permitidas o solicitadas,
-Dejarse conquistar por los lugares y las gentes para conseguir apreciarlos en su contexto. No hay lugar bueno ni malo, y a veces en el momento más insospechado llega la maravilla. En el sitio más lujoso, o en el lugar más humilde.
-Usar transportes locales dentro de lo posible, mejor por tierra o mar que por aire.
-Aunque puedan ser necesarias precauciones por salud, intentar comer y beber lo que se produzca en el lugar que visitamos, un consumo más sostenible y rico si tenemos en cuenta que llevan practicando esa cocina toda la vida (esto se puede aplicar para la vida cotidiana también).