El territorio del Oso- La Senda Camille

Desde hace  varias décadas, recorrer los Pirineos de refugio en refugio se ha convertido en una actividad cada vez más popular entre montañeros y senderistas.

Todo el Pirineo está repleto de circuitos por etapas, para descubrir los enclaves más pintorescos de cada zona.

Uno de estos circuitos es la “Senda del Oso- Senda Camille”. Permite adentrarse en el Pirineo aragonés (Parque Natural de los Valles Occidentales) y en la vertiente opuesta, ya en el lado francés (Parc Narional des Pyrénees), territorio que recorría el oso Camille, según los avistamientos del mismo que nos cuentan.

El circuito se puede recorrer en 5 ó 7 días, según la disponibilidad, el esfuerzo físico, y el amor a la montaña de cada uno, ya que hay senderos que interconexionan los recorridos, pudiéndonos saltar algún que otro albergue para simplificar etapas. La Senda además se puede realizar en ambos sentidos, según la ocupación de los albergues o el trazado de las rutas que deseemos realizar.

Hay que tener en cuenta que es un recorrido largo; puede ser severo si cambian las condiciones meteorológicas: es el Pirineo, por lo tanto decidimos realizarlo en época estival, para evitarnos complicaciones debido a una meteorología adversa.

Realicé el recorrido junto a cinco amigos más, durante siete días. Además, decidimos no sólo hacer el sendero sino también subir a algunos de los picos cercanos que nos iríamos encontrando en cada etapa. Por ello, además de subir los clásicos, como el Bisaurín, la Punta Xipeta Alto, Punta Petrachema, el Castillo de Acher, etc…

La organización del recorrido, en cuanto a albergues y reservas, la dejamos en manos de una agencia local, que nos aseguraba la media pensión en los refugios y la disponibilidad para dormir en ellos. Esta gestión salió por casi 50€ por persona; los albergues, con desayuno y cena incluidos, de media costaban 40€, con lo que el total fue en torno a 300€.

Por supuesto, también se puede intentar realizar las gestiones directamente, por libre, o seguir el circuito durmiendo en tienda de campaña, llevándola a cuestas… El valor de un plato en la mesa, una ducha y una cama seca es algo que cada uno tiene que valorar según su conveniencia y fuerzas. Después de estos detalles generales, paso a relataros la ruta que realizamos, con unas pequeñas impresiones sobre lo que me deparó cada etapa. Hoy empezaré con las dos primeras jornadas y pronto añadiré las demás.

1ª etapa: Refugio de Linza-Camping Selva de Oza

Al refugio de Linza se puede llegar en coche, por lo que inicialmente pensábamos pasar la noche en este refugio y al día siguiente comenzar el trekking. Por motivos de ocupación, no nos quedó más remedio que dormir a cinco kilómetros de allí, en el Camping de Zurita. A primera hora de la mañana nos acercamos con la furgoneta, antes de desayunar, al refugio de Linza, donde recogimos la documentación para la ruta, dejando las cosas que no necesitaríamos en la furgoneta y llevando únicamente lo imprescindible: la idea es no acarrear más de 10 ó 12 kilos en la espalda. Iniciamos la ruta siguiendo el curso del Barranco de Petraficha. En el parking de Taxera decidimos no seguir el GR-11.1, para evitarnos el tramo final de carretera en la etapa, y en cambio, seguir el GR-11 hacia el refugio de Taxera, el refugio de Chipeta Alto hasta llegar al collado de Petraficha; una vez allí, ascendimos al Punta Xipeta (2.175m) para después descender también por el GR-11 hacia La Mina, y de ahí, al estupendo camping de Oza, que nos estaba aguardando.

Habíamos completado una hermosa ruta por la base del Xipeta Baxo, Xipeta Alto, y Sayístico, con unas vistas impresionantes. Se trata de un recorrido de nivel moderado, de 22 kilómetros, con 1.169m de desnivel positivo, unas 6 ó 7 horas de duración, incluyendo las paradas a comer, aunque dependiendo del estado de forma de cada uno, puede durar más o menos.

2ª etapa: Camping Selva de Oza- Gabardito

El cámping de la Selva de Oza, recientemente reformado, fue un bálsamo para nosotros. Tiene wifi gratuita, el personal del bar y de recepción es muy agradable y servicial, el menú es excelente… en fin, un buen sitio para recomendar y desde donde se pueden hacer varios senderos hacia otros puntos de interés.

Después del buen desayuno, junto con nuestro agradecimiento a los anfitriones, iniciamos una fortísima ascensión por el hayedo, hacia el Espeñadero de Acher, refugio de Acher y opcionalmente ascendimos el castillo de Acher, que es el centro de todo el recorrido global del sendero, siempre como referencia y girando alrededor de él. La señalización es prácticamente inexistente. Menos mal que llevábamos los mapas y GPS. Hay multitud de senderos sin señalizar, que te pueden confundir… en fin, una gran falta de señalización que conviene paliar con antelación, haciendo un buen track previo en el GPS para tener el recorrido guardado y no tener problemas de extraviarse o dar un gran rodeo.

Todo el bloque del Castillo de Acher es una maravilla, precioso: en toda la base los contrastes de la piedra roja y el verde de los prados lo convierten en un tapiz mágico, con los bloques duros y verticales que componen el conjunto de las peñas.

Continuamos subiendo desde el Acher de los Hombres (2.187m) para cruzar entre la Punta Secús y la Punta de la Costaliza, por un estrecho enclave apenas visible entre dos grandes rocas. En el cruce de Acher de los Hombres es bastante fácil equivocarse y tomar hacia abajo el sendero recto, por donde parece seguir la ruta que llevamos. Pero el sendero real, no señalizado, es el que sigue ascendiendo vertiginosamente a la derecha, hasta Acher de los Machos. A partir de ahí se abre el circo de Secús y se inicia una bajada que nos ocupará el resto de la jornada, para buscar el inicio del Barranco de Taxela, hasta enlazar con el GR-11.1 hacia el refugio Gabardito.

Es de agradecer en todas las rutas los barrancos con sus pozas, pues son un bálsamo para nuestros pies y un baño helado pero reconfortante para nuestro cuerpo.