El territorio del Oso- La Senda Camille, etapas 3ª, 4ª y 5ª

3ªetapa: Refugio de Gabardito- Refugio de Lizara

Esta ruta se realiza totalmente por el GR-11.1. Volvemos a recorrerlo hacia el Salto de la Vieja y al llegar a la bifurcación, tomamos hacia el Refugio de Dios te Salve, caminando por unos preciosos prados con abundante ganado vacuno, refugio de Plan d’Aniz hasta llegar al Collau de lo Foratón, y una vez allí nos planteamos ascender el Bisaurín (2670m). Lo ejecutamos sin dificultad y os recomendamos hacerlo, ya que a pesar de ser una subida con mucho desnivel, pero se puede subir poco a poco sin dificultad técnica, pues en caso contrario la etapa se hace muy corta. Además, las vistas desde el Bisaurín son espectaculares.

Desde el Collau de lo Foratón ya se divisa el refugio de Lizara, muy bien acondicionado, bajando por unas praderías inclinadas hacia el refugio de Fetás, pasando por la punta de la Val de Arribá, la Fuente Fría y el sendero muy marcado en una etapa moderada. Este refugio es de reciente construcción, muy bonito, con buen servicio también, buen pacharán; las habitaciones son angostas pero están en muy buen estado y estuvimos muy cómodos. La cena fue copiosa pero el desayuno flojo, si bien en suma se puede decir que es un buen sitio, asimismo para iniciar multitud de recorridos.

La etapa fue de unos 14 kilómetros, incluyendo la ascensión del Bisaurín, y 1298 m de desnivel positivo. Duró entre 7 y 8 horas con paradas incluidas.

4ª etapa: Refugio de Lizara-Albergue Aysa en el Puerto de Somport (en la frontera con Francia)

Después del desayuno desandamos casi un kilómetro el camino que recorrimos ayer, cogemos el GR-11 hacia el refugio de Ordelca, un refugio tipo estupa budista, que nos extraña por su sencillez y singularidad.

Mucho ganado vacuno por el sendero, con unas preciosas vistas siguiendo el barranco de Vernera, llegamos al refugio del mismo nombre, en dirección al valle de los Sarrios, un valle plano como un gigantesco callejón, con un verde prado bordado con millones de flores y abundante agua.

La Plana de la Mestresa nos absorbe con sus impresionantes vistas al Pico Ol’ibon y el Puntal d’O Bozo. Dejamos atrás la trinchera y encontramos el Ibón de Estanés, en la orilla opuesta, ya en territorio francés. Es un espectacular paisaje que nos reconforta y acoge.

Seguimos la orilla del ibón de Estanés, dejamos ya el GR-11 antes de llegar al lago y atravesamos preciosos prados hasta la frontera con Francia, donde nos espera un hermoso hayedo, para bordear el Cirque de Aspe, cruzando la Chorrota de Aspe, una espectacular cascada donde una vez más nos refrescamos y damos descanso a nuestros pies.

Continuamos bordeando la Golocha de Aspe (1879m) siguiendo la frontera francesa hasta llegar al Coll de Bessate. Hacemos acopio de provisiones en Candanchú y finalmente llegamos al albergue Aysa. En total hemos recorrido 21 kilómetros, con 1071m de desnivel, y entre 8 y 9 horas de camino, con las paradas incluidas.

5ª etapa: Somport-Refugio d’Arlet

El Albergue Aysa tiene camas cómodas, en amplias habitaciones, con duchas y aseos recién reformados, buena cena y abundante desayuno. El personal es muy amable y atento, por lo que hemos estado muy a gusto y tranquilos. Salimos del albergue y apenas cruzando la carretera ya volvemos a estar en Francia.

Encontramos de nuevo muchos prados, puentes que cruzan los arroyos, y tenemos posibilidad de comprar y degustar el fantástico queso francés del Pirineo. El camino está muy mal señalizado al principio, casi inexistente, por lo que podemos agradecer tener GPS, aunque nos vemos obligados a hacer algún kilómetro más de la cuenta.

Es una etapa preciosa, muy relajada y asequible, aunque apenas hay sombra en todo el recorrido pero los prados son impresionantes, y la llegada es espectacular, al refugio de montaña de Arlet, el más auténtico y alto de todos, a 2009 m de altitud, con el Ibón de Arlet, donde te puedes dar un estupendo baño, ya que el refugio en sí no dispone de duchas.

El refugio de Arlet, a pesar de tener una ubicación privilegiada en un entorno mágico, nos dejó un mal sabor de boca: de entrada, vimos que estaba supermasificado: los mismos encargados tenían que dormir fuera en tiendas de campaña ya que estaba a rebosar de huéspedes; nos asignaron un cuartucho hiperfrío, húmedo, inmundo, en los sótanos del refugio; fuimos los únicos clientes que dormimos fuera de las instalaciones normales del albergue; hubo una descortesía y críticas a los españoles en general (refiriéndose y comentando en francés nuestras quejas con el resto de comensales, hablando de nosotros, pensando que tal vez no les entendíamos); en fin, muy poca profesionalidad y tacto por parte de la guarda del refugio. Son actitudes que no acierto a entender.

La etapa son 22 kilómetros, con 1150m de desnivel positivo y 780m de desnivel negativo, que nos ocupó 8-9 horas de ruta con descansos.