Escrita por Noelia Barrio Barcina
Esta es una escapada de fin de semana por el centro y suroeste de Castilla y León, en España, visitando lugares de las provincias de Valladolid y Salamanca.
Tordesillas
En nuestra primera parada en el camino hacia Salamanca elegimos Tordesillas. Está situada en la provincia de Valladolid, y en ella os recomendamos visitar:
– El Real monasterio de Santa Clara: Considerado bien de interés cultural, el antiguo palacio de Alfonso XI es ahora una iglesia gótica, que está ubicada dentro de un palacio mudéjar con unos baños árabes muy bien conservados. Una visita guiada bien merece la pena, y en ella contemplaremos, entre otras, la “Capilla Dorada”, lugar de reclusión de Juana la Loca durante casi 50 años después de una travesía por múltiples lugares, en la que llevó el cuerpo de su difunto marido Felipe el Hermoso, y acabó en Tordesillas.
– Museo del Tratado de Tordesillas: La Casa del tratado es de 1494 y en ella encontraremos toda la información del Tratado de Tordesillas, una réplica de los primeros mapas de navegación de Juan de la Cosa, el acuerdo al que se llegó entre los Reyes Católicos (padres de Juana la Loca) y el Rey de Portugal, Juan, para repartirse el nuevo territorio existente entre Portugal y España que englobaba el Océano Atlántico y el Nuevo Mundo (América), una réplica de las tres Naos de Colon, la “Pinta”, la “Niña” y la “Santa María”. También merecen la pena las maquetas que se exhiben en el patio, a un escala bastante grande, de algunos de los más emblemáticos edificios y castillos castellano-leoneses.
– Museo de San Antolín: Ubicado actualmente en una iglesia del siglo XVI-XXVI, allí, además de una exposición de arte sacro muy interesante y con piezas muy originales, lo más atractivo es subir a su balcón que nos ofrece unas vistas de Tordesillas y de su río Duero inigualables.
– Estatua Juana la loca y del Toro de la Vega: desde el balcón del museo vemos la ubicación de las estatuas de la de la reina castellana Juana La Loca, que está rodeada también de una exposición que nos vuelve a hablar del Tratado de Tordesillas, en toda la plaza donde se sitúa.
Ya de salida del pueblo, y en una rotonda cercana, vemos la escultura conmemorativa de la fiesta más conocida de Tordesillas “el Toro de la Vega”.
Por la tarde y después de comer en la Plaza Mayor de Tordesillas, llegamos a Salamanca.
Salamanca
En esta ciudad no te debes olvidar visitar:
– Catedral: Está dividida en dos zonas, una más moderna, barroca y renacentista, y una más antigua, gótica y románica. Hacemos una visita turística con nombre propio, “JERONIMUS”, a la torre de la catedral antigua, que nos introduce en un singular y curioso transitar por dentro de la cúpula de la catedral a una altura que nos da una visión única de todo el recinto. Esta visita nos permite caminar a través de todas las terrazas con unas panorámicas de Salamanca inigualables. Nos parece imprescindible hacerla.
En la portada de la catedral no os olvidéis de intentar buscar, en su pórtico principal, el más moderno y curioso detalle que han añadido durante una restauración: un astronauta y un dragón comiendo un helado de tres bolas. ¡Todo un reto!
– Universidad: Es sin duda una de las joyas renacentistas de la ciudad. Fundada en 1218 por Alfonso IX, esta universidad tiene un frontal plateresco llamativo, que nos desafía a un nuevo reto: encontrar a la famosa rana, una minúscula escultura que daba suerte a todos aquellos estudiantes que la veían enseguida. En la visita de la Universidad cabe destacar ciertas aulas, que siguen manteniendo la antigua magia de las clases de antaño. En las paredes se ven las típicas letras grabadas (Vítores) y que tan famosas se hicieron gracias a películas como “Tuno negro”. También hay bastantes escritos de todos los personajes que pasaron por allí en el ciclo de sus estudios (Tomás y Valiente, Fray Luis de León, etc.)
– Clerecía: Otro monumental edifico barroco, en el que por supuesto y sin duda hay que visitar la “SCALA COELIS”, para admirar unas vistas espectaculares, sobre todo a la Salamanca iluminada. Accederás a sus altas torres por una antigua escalera donde la madera no va a dejar de crujir bajo tus pies.
– Casa de las Conchas: Se sitúa enfrente de la Clerecía, esta archiconocida y famosa Casa, que perteneció a la Orden de Santiago, y es también visitable. Su fachada, repleta de las típicas conchas de Santiago, no te va dejar indiferente.
– Pozo de Nieve: En verano, y durante unos meses, hay una visita guiada con la que coincidimos, muy interesante. En el antiguo Pozo de Nieve de la ciudad es curiosísimo ver la gran excavación donde en la antigüedad amontaban la nieve traída de la Sierra de Béjar. Dicha nieve se cubría de paja y, una vez apelmazada en muchas capas, servía para el posterior uso del hielo en toda la ciudad.¡ Con casco en ristre entrarás al mismísimo agujero del Pozo!
– Huerto de Calixto y Melibea: A unos metros del Pozo de la Nieve está este huerto de los protagonistas de la Celestina, que os recomendamos visitar. Dentro del jardín podemos ver la estatua representando a la alcahueta más conocida de la literatura española.
– Plaza Mayor: Después de tanta visita, nada mejor que terminarlas entrando por una de la numerosas puertas existentes a la fabulosa Plaza Mayor de Salamanca, una de las más bellas obras del barroco, sobre todo iluminada por la noche. Es el centro neurálgico de la ciudad desde 1755 y alberga el Ayuntamiento y la Oficina de Turismo. A lo largo de la historia fue foso taurino, mercado, etc. Es la esencia de la ciudad de Salamanca. ¡Una maravilla!
Medina del Campo
De vuelta de nuestro recorrido hicimos otra muy recomendable parada en Medina del Campo, una de las ciudades más conocidas de la Provincia de Valladolid y donde visitamos:
– Castillo de la Mota: Es uno de los mejores castillos conservados en la actualidad, a mi parecer. En una visita guiada totalmente recomendable, ya que fue muy amena, muy dinámica y muy detallada, descubrimos que el castillo fue evolucionando y cambiando a lo largo de historia. Al principio carecía hasta de foso. Fueron los Reyes Católicos quienes vieron que el castillo de la Mota quedaba bastante desprotegido en su función defensiva, por lo que mandaron hacer el foso, que curiosamente nunca tuvo agua. Este foso consta de tres niveles de galerías subterráneas, visitables en una parte. El acceso al castillo se hace por dos puentes sobre el foso, uno de ellos levadizo, para protegerse de los ataques.
Nos dijeron que el castillo de la Mota llegó a albergar la friolera de 20.000 personas en su interior. Hay cinco torres y un patio de armas en su interior, la mayor de las cuales es la “torre del homenaje”, y también merece la pena hacer la visita guiada. Es supercurioso subir por tramos a esta torre e ir viendo las diferente estancias: la torre fue, entre otras cosas, cárcel VIP de personajes tan conocidos como el hermano de Pizarro, Hernando, quien estando preso llegó a casarse y tener hijos y hasta una amante, o el famoso César Borgia, que finalmente se escapó de la torre con vida, escabulléndose por la ventana, y sobre todo fue cárcel de Juana la Loca, quien pasó al menos dos años aquí: la imaginé al lado de la ventana esperando muchísimo tiempo a su marido, que nunca volvió, pues ya había muerto. Fue el último sitio donde se juntaron madre e hija, Isabel la Católica y Juana.
Durante la época de Franco, este castillo se usaba como Instituto de Educación para la Sección Femenina de la Falange.
En el exterior es muy curioso ver todos los agujeros que tiene la fachada, dejados a propósito para colocar una especie de andamios de forma rápida y eficaz, para reparar los desperfectos que hacían las balas de los cañones. El castillo es de ladrillo por fuera, porque dicho material absorbía los golpes producidos por los impactos de la artillería, con un menor destrozo que en otros materiales como la piedra; esto hace que la fachada del castillo sea de las más originales y curiosas que se conservan.
Cerca del Castillo de la Mota hay asentamientos antiguos realizados con “cal y canto”, de donde viene la expresión “cerrado a cal y canto”, que era el material más resistente de la zona.
– Plaza Mayor: En Medina se encuentra la Plaza mayor más grande en extensión de España, por encima de la de Salamanca o la de Madrid, y una de las más grandes de toda Europa. En esta plaza se celebraba el más multitudinario mercado de toda España; grabados en el suelo aún se ven las marcas de dónde tenían que situarse los distintos gremios de la época, dentro del mercado.
En el centro de la plaza está situada la estatua de Isabel la Católica y en un lateral encontramos el Ayuntamiento y la Colegiata de San Antolín.
Con esta última visita dimos por finalizada la aventura, que como habéis leído no estuvo exenta de historia, de monumentos emblemáticos y de ciudades muy próximas en Castilla y León, de las que no habíamos disfrutado hasta este momento.