Curiosidades de Finlandia

Cosas que nos han gustado de Finlandia, para no perderse en este reino de las auroras boreales:

La sauna

Ese invento que parece malévolo porque acabas hasta demasiado relajado, por la bajada de tensión. De hecho, sauna es una palabra finlandesa, y hay en el país más de 2 millones de saunas en una población de 5,5 millones de habitantes.

Es un baño de (poco) vapor a muy alta temperatura, que te hace sudar copiosamente. Aconsejan quedarse entre 15 y 20 minutos dentro de la sauna, que suele estar a 85ºC o más, pues la sauna finlandesa es de tipo seco, con humedad relativa entorno al 20%. Vamos, lo que se conoce como sauna a secas, no baño turco o lo que sea.

Antes de entrar se puede tomar una ducha caliente, o entrar con la piel seca. Luego se sale a bajar la temperatura con una ducha fría, o a zambullirse en el agua helada del mar Báltico, como vi en mi visita a Helsinki, y después se vuelve a entrar a la sauna otros 10-15 minutos. Si tenéis ganas y os encontráis bien, se puede hacer un tercer ciclo de calentamiento/enfriamiento. Liberas toxinas con el sudor rápido, y activas la circulación sanguínea, así que sales como un tomate.

Algo peculiar es que muchos de los finlandeses mayores de 80 años habían nacido en una sauna, el sitio más caliente de la casa hasta después de la Segunda Guerra Mundial.

Si queréis leer un poco más sobre la historia de la sauna, detalles sobre cómo tomarla y otras curiosidades, podéis mirar este enlace: Sauna – Wikipedia, la enciclopedia libre.

Runeberg estatua

Comida que hay que probar

    - El Runebergintorttu, o pastel de Runeberg, es un postre finés que contiene harina de almendras y ron. Lo decoran por encima con mermelada de frambuesa rodeada por un anillo de azúcar. Comúnmente pesa alrededor de unos 100 gramos, así que es una bomba calórica, pero está muuuy rica si te gusta el dulce. Dicen que la inventó la mujer del poeta nacional finlandés para dárselo de desayunar cada día, y por eso lleva el nombre de él.

    - El salmón preparado de mil maneras: marinado, ahumado, recubierto de distintas bayas y especias, a la plancha, o en la estupenda sopa Lohikeitto, de salmón con patatas y crema de leche.

      (receta por ejemplo en  https://elpais.com/gastronomia/el-comidista/2024-02- 13/lohikeitto-la-sopa-finlandesa-de-salmon.html).

Los menús entre semana

En España ya cuesta encontrar un menú por menos de 20€, y aquí nos esperábamos mucho más; sin embargo, el invento del «menú del día», de lunes a sábado, que consta de un plato principal al que se le añade sopa, y/o ensaladas variadas de entrantes, pan de varios tipos, sandía o melón, y café y agua o zumos, todo por el precio del plato, me ha parecido muy interesante.

Es verdad que muchas de las cosas básicas no son caras en Finlandia, como la comida o bebida no alcohólica, o son directamente gratis como la educación o la sanidad universales.

Las bibliotecas como centros culturales multifunción




En Finlandia se cuida mucho todo lo público, como decimos, y especialmente la educación. Así que, en una gran biblioteca, como la Oodi (https://es.wikiarquitectura.com/edificio/oodi-biblioteca-central-de-helsinki/) por ejemplo, puedes ver a los niños disfrazados jugando, o comiendo la merienda entre los libros, o a alguien haciendo una performance de ballet en una zona cerca de las estanterías.

También aquí puedes sacar con tu carnet de usuario desde instrumentos musicales variados, o juegos de mesa, imprimir en 3D o en gran formato, a alquilar salas de reuniones insonorizadas o estudios de grabación con alta tecnología.

La transparencia en la prensa y en el gobierno

Transparencias en Sanomatalo




Como intenta simbolizar el edificio Sanomatalo, hecho todo en cristal, para demostrar la transparencia de los que informan al público y de los que le sirven, es decir, periodistas y políticos. A los finlandeses parece que les gusta la honestidad, o al menos se molestan en intentarlo.

El transporte público

Igualmente llama la atención que haya varios autobuses al día que recorren recónditas zonas heladas del norte, por carreteras donde las quitanieves no paran de trabajar. Son muy puntuales los autobuses ya que te puedes quedar congelado si tardan en venir en el horario previsto. Los conductores que vi, muy serios, pero correctos, como mucha gente del país, que ha estado acostumbrada a sobrevivir en un ambiente inhóspito: ayudarse es una necesidad, aunque hay que ir a lo práctico si no quieres pasarlo mal. Hay que tener cuidado con los cambios de tiempo súbitos, no puedes salir sin preparación en invierno, porque tan pronto hace un día precioso (aunque sea a 5ºC bajo cero), como se pone a nevar con una ventisca que asusta.

Los nombres de las calles en Helsinki



Están en finlandés, arriba, y en sueco, abajo, y en medio, en varias calles hay la imagen del animal, o lo que toque, para los que no sabían leer. Todo ello relacionado con la historia antigua y reciente de este lugar.

Las auroras boreales

     Cada 11 años más o menos, la órbita terrestre se acerca al sol, en lo que se llama perihelio. Y el viento solar nos llega más fuerte, así que como las auroras son resultado de la interacción con el campo magnético terrestre, es mucho más fácil verlas este año: (Aurora polar | Atlas Internacional de Nubes). Incluso por el Mediterráneo se han visto en 2024, pero en estas latitudes tan septentrionales siempre son más intensas y fáciles de ver.

     Por eso Laponia es un destino siempre ideal para acercarse a este fenómeno natural, y este invierno ha sido mejor todavía.

     También son muy interesantes las nubes estratosféricas polares, ¡y espectaculares!

La taiga, la espesa taiga (o bosque boreal)

El paisaje muy llano de Finlandia está dominado por lagos, ríos y bosques interminables, durante kilómetros y kilómetros. Es el reino de la naturaleza en un lugar muy poco habitado.

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