KENIA Y TANZANIA EN 10 DÍAS

Pura naturaleza salvaje, aventura garantizada

Esta es una propuesta sólo apta para personas incansables y bastante aventureras, puesto que se trata de conocer el sur de Kenia y el norte de Tanzania en sólo 10 días, por nuestra cuenta y sin guías locales ni ayudas en prácticamente ningún momento. La ventaja es que podemos hacer variaciones y paradas donde queramos, salirnos de los trayectos muy trillados, sin tener un presupuesto muy abultado, ya que es un plan mochilero; y la desventaja es que no todos los lugares están bien señalizados ni las reglas de viaje son las habituales en otros continentes. ¡Y todo está lleno a rebosar de animales salvajes, muy grandes a veces, como elefantes, leones, búfalos…! Se trata de ser flexibles y resolutivos, y tener buen humor y tranquilidad, por si hay algún imprevisto.

Esta ruta africana se desarrolla alrededor del Mount Kilimanjaro National Park, así que aunque no lo subamos, lo tenemos gran parte del tiempo a la vista.

El primer día es de viaje vía Londres, hasta Mombasa, en la costa de Kenia. Si conseguimos un vuelo nocturno, podemos llegar por la mañana y comenzar el segundo día recogiendo el coche todoterreno de alquiler: si tiene reductora, mejor. Se sale por la carretera A109, bien pavimentada, hacia Voi, donde cambiamos a la C103 en dirección a la entrada de Mito Andei del Tsavo West National Park (TWNP), pero nos desviamos antes para acceder antes al Parque Nacional. Está previsto dormir a unos 80 km. de allí, pero hay un inoportuno pinchazo y tenemos que pasar la noche de vuelta a la entrada, junto a las cabañas de los rangers del TWNP.

El tercer día conseguimos recuperar el todoterreno y seguimos a los rangers para que nos indiquen un resort donde cambiar la rueda y repararla. Visita al Parque Nacional de camino a las cabañas lejanas, siguiendo por las pistas de tierra. Hay animales por doquier en la inmensidad de la sabana. Pernoctación en esas cabañas, sencillas pero suficientemente equipadas con baño completo, camas con mosquiteros y cocina con utensilios.

El cuarto día se continúa la ruta hacia la frontera tanzana en Taveta, siempre inmersos en el polvo rojo arcilloso de las pistas de tierra, hasta la carretera A23. No olvidar llevar cartilla de vacunación de la fiebre amarilla, imprescindible para cambiar de país. Después, continuación hacia Arusha, por buenas carreteras. Pernoctación en un albergue muy limpio a las afueras de la ciudad.

El quinto día hay desayuno en la terraza, con vistas al monte Meru. Luego, se toma la carretera A104 hasta Makuyuni, y después la B144 bordeando el lago Manyara hasta Ngorongoro. Allí montamos tienda en el camping y damos un paseo por el pueblo.

El sexto día es la visita del Parque Nacional de Ngorongoro con guía oficial, obligatorio para entrar al Parque Nacional. También se puede aprovechar y visitar Olduvai Gorge y sus localidades arqueológicas. Las pistas de tierra son muy empinadas, especialmente a la salida del cráter. Damos un paseo por un “lodge” antes de volver al camping, donde volvemos a pernoctar.

El séptimo día hacemos la ruta de vuelta por la carretera B144 hasta Makuyuni, después la A104 hasta las cercanías de Arusha, como a la llegada, pero a continuación tomamos un desvío por la C103 en dirección Longido, pasando la frontera keniata en Namanga. Pernoctación a la entrada del Parque Nacional de Amboseli en unas cabañas.

El octavo día hacemos la visita al PN Amboseli. Pernoctación por los alrededores, también en cabañas de ladrillo, con los básicos para estar cómodos.

Noveno día, trayecto por el Tsavo West National Park, ya en dirección Mombasa, visitando otra zona de este inmensísimo parque, de una extensión similar a la Comunidad Autónoma de Castilla y León. Complicado trayecto nocturno hacia Mombasa, donde llegamos ya pasada la media noche, para dormir en un hotel. Esto no es aconsejable pues las carreteras africanas a veces tienen tramos mal señalizados y sólo circulan camiones. ¡Mejor abstenerse, salvo casos extremos!

Al día siguiente tenemos el vuelo de vuelta a Londres, donde nos quedamos dos días, de “descompresión” hacia la vida ordinaria…