Por qué viajar a Canadá.
Salvajes y caudalosos los ríos, pacíficos y rebosantes los lagos, cristalinos los arroyos, vertiginosas cataratas y saltos: el agua es protagonista en estos parajes.
Es al final del verano cuando en estos maravillosos parajes la naturaleza nos muestra todo su esplendor. Con los deshielos en las cumbres, los ríos y lagos reciben un caudal magnífico.
La fauna recorre el bosque, que está en su apogeo, con frenética actividad: los oseznos con sus madres, saciados y felices, se encuentran por todas partes; las grandes manadas de alces (los “elks” que llaman por aquí) y de ciervos rojos (wapití), demuestran su poder cortando carreteras al atravesarlas por el bosque, por zonas pobladas o lo que se cruce en su camino.
¡Parece como un documental de la 2: un gran macho de elegante melena y amplia cornamenta mantiene el control de la manada y nos demuestra quien es el rey de estas tierras!
Sin olvidar infinidad de otros mamíferos y aves como mapaches, ardillas, pumas, lobos, marmotas, castores, gansos, etc., que en el sitio más inesperado salen al paso cuando vamos caminando por los bosques tan densos que hay por estas montañas.
Para mí, la mejor forma de disfrutar de las Motañas Rocosas (Rocky Mountains), la gran espina dorsal de origen cenozoico que atraviesa Norteamérica desde Nuevo México hasta la Columbia Británica, es visitando los Parques Nacionales de Canadá, que vamos a detallaros uno a uno. Nos fueron imprescindibles las indicaciones de los guardas forestales que custodian celosamente este inmenso y frágil paraíso, para protegerlo y cuidarlo. Son muy estrictos, aunque su labor es necesaria para evitar que esta espléndida belleza sucumba ante el aplastante rodillo de la vida del hombre moderno…
Los Parques Nacionales que vamos a recomendaros para conocer en profundidad las Rocosas están dos en la provincia de la Columbia Británica y dos en Alberta y son los siguientes:
P. N. Banff
P. N. Kootenay
P. N. Yoho
P. N. Jasper
NOTA IMPORTANTE: Para acceder a cualquier parque, tenéis que conseguir el pase con anterioridad. No os recomendamos que lo dejéis para el último momento y lo queráis comprar en la entrada, ya que se forman colas interminables. Mejor es comprarlo con antelación, sobre todo por internet. Si vais varios días, recomendamos que saquéis el pase anual, que al final resulta más económico pues se puede utilizar en todos los Parques durante todo un año. Lo colocáis en el parabrisas del coche y al entrar a cada Parque Nacional en ingreso es inmediato.