Hoy os vamos a proponer un recorrido por una parte de la India bastante desconocida, que no sale en ningún circuito típico ni por asomo. Es una opción de viaje muy interesante y auténtica, lejos de las aglomeraciones turísticas, sobre todo si los lugares clave los vistáis fuera de los fines de semana, que es cuando los turistas indios prefieren o pueden acudir a ellos. A la vez se trata de una inmersiva experiencia humana y etnográfica, que incluye muchos lugares Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO: Ajanta, Ellora, Pattadakal, Hampi, etc. El principal foco de atracción de este viaje son las cuevas excavadas en las montañas durante siglos, con arte budista, hinduista y jainista.
El tiempo necesario para hacerlo es como mínimo de 20 a 22 días:
Día 1: Llegamos a Bombay, normalmente al Aeropuerto Internacional Chhatrapati Shivaji. Bombay (el nombre oficial es Mumbai desde 1995) es la capital del estado de Maharastra y el principal puerto de la India, además de la ciudad más poblada del país y la cuarta del mundo, si se incluye su área metropolitana.
Este primer día visitamos los principales focos de atracción: la playa Girgaon Chowpatty; Colaba, el barrio donde está la Puerta de la India, frente al lujoso hotel Taj Mahal Palace and Tower; el barrio del Fuerte, repleto de edificios de la época colonial como la estación de tren Victoria -ahora conocida como Chhatrapati Shivaji Terminus-, etc.
Día 2: Cogemos un barco para visitar las cuevas de la cercana (y turística) isla de Elephanta. Por la tarde, damos un paseo por otros lugares de esta enorme ciudad llena de contrastes de riqueza y pobreza extremas.
Día 3: Subimos a un tren temprano hacia Nasik (180 km, 5.30 horas), que está a orillas del sagrado río Godavari. Después de instalarnos en el hotel, damos un paseo por la ciudad, sus mercados, el lago artificial sagrado Ramkund, numerosos templos, además de ¡viñedos!
Día 4: Visitamos las 24 cuevas de Pandav Leni, a 9 km del centro (en tuk-tuk), y por la tarde, el complejo de Trimbakeshwar Temple en Trimbak (28 km, en autobús local).
Día 5: Vamos e autobús hacia Aurangabad (190 km, 5 horas). Paseamos por algunas zonas de la ciudad de las 52 puertas, famosa por sus manufacturas de seda. Visitamos el Bibi Ka Maqbara, el “Taj Mahal de los pobres o Taj del Deccan”, impresionante a la puesta de sol. ¡Y nosotros mismos somos el centro de atracción de bastantes visitantes indios, que no dejan de fotografiarse con nosotros, pues hay pocos turistas extranjeros!
Día 6: Visitamos la noria y el canal de Panchakki, algunas de las 52 puertas de la ciudad, y paseamos hacia las afueras, pasando por el moderno campus universitario, para ver con detalle las cuevas de Aurangabad.
Día 7: Cogemos un tuk tuk hacia las cuevas de Ellora (28 km, 45 min), una de las dos perlas de este viaje. Esperábamos mucho de esta visita, pero supera las expectativas: es un lugar de esos que no olvidas. A la vuelta, visitamos brevemente la parte baja del Fuerte de Daulatabad.
Día 8: Cogemos un autobús local hacia las cuevas de Ajanta (102 km, 2 horas por una derruida carretera en obras, llena de baches). Este era nuestra segunda visita emblemática del viaje y tampoco nos decepciona, sino que continuamos maravillándonos, en especial con los muchísimos frescos que se conservan en un estupendo estado. De vuelta en Aurangabad, después de cenar, cogemos un autobús local nocturno muy lento y abarrotado, hacia Bijapur (410 km, 11 horas), situada al norte del estado de Karnataka.
Día 9: Visitamos los principales monumentos de Bijapur (Vijayapura), como los impresionantes mausoleos de Gol Gumbaz, de Ibrahim Rouza o Bara Kaman, la ciudadela medio derruida pero llena de monumentos, o la mezquita Jama.
Día 10: Vamos en autobús local a Badami (125 km, 7 horas debido a una huelga de transportistas de caña de azúcar, que cortan la carretera). Paseamos por esta diminuta ciudad, rodeada de pintorescas colinas y riscos de calizas de un intenso rojo, que tiene un glorioso pasado como capital del reino Chalukya. La puesta de sol sobre el lago artificial de Agastya es mágica, y además vemos zorros voladores.
Día 11: Visitamos en tuk tuk desde muy temprano de los templos de Aihole y a continuación el complejo de Pattadakal. Después de comer bastante tarde, recorremos las espectaculares, pero pequeñas cuevas de Badami, y una parte de los riscos que rodean el pueblo, coronados de templos.
Día 12: Salimos temprano en un autobús hacia Hospet (145 km, 4 horas) y después cogemos otro autobús urbano local, atestado de estudiantes, a Hampi (13 km, 20 minutos), junto al río Tungabhadra. Paseamos por el pueblecito, antigua capital del reino Vijayanagara entre los siglos XIV y XVI, en la que hay cerca de 350 templos. Para empezar, visitamos el templo de Virupaksha y vemos la puesta de sol desde la colina Hemakuta, un lugar muy especial del que ya os hablaremos.
Día 13: Hampi es un sitio arqueológico inmenso e inacabable, y aunque paseamos muchas horas, nos queda muchísimo por ver para una visita en otro momento.
Día 14: Volvemos a tomar un tuk tuk muy temprano a Hospet, y desde allí, en tren muy lento, seguimos hacia Goa (320 km, 7 horas). Llegamos por la tarde ya a Vasco da Gama y cogemos un tuk tuk a Bogmalo, donde damos un paseo por el pueblecito y vemos la puesta de sol en la playa, muy cerca de nuestra guesthouse.
Día 15: Visitamos la Vieja Goa: hay que coger 3 buses de ida y tres de vuelta para llegar. La Vieja Goa es hoy poco más que un sitio arqueológico con muchas iglesias y monumentos interesantes, pero merece la pena el recorrido. Damos un paseo por el centro colonial portugués de Panaji antes de regresar a nuestro alojamiento.
Día 16: Hoy comenzamos el periplo de transporte público, con un autobús local a Vasco da Gama, luego otro a Panjin y el tercero a Mapusa, y el último a Vagator. Así que necesitamos dar un paseo al resort alejado que habíamos reservado, para estirar las piernas, y luego descansamos junto a la piscina. Después de comer cogemos un bus más a la playa de Anjuna, donde damos un largo paseo al atardecer. Curioseamos por el mercadillo allí, para coger otro bus de vuelta a Vagator.
Día 17: Seguimos con un largo recorrido por la India menos preparada para visitantes sin coche, pero no desfallecemos; hoy tomaremos un total de ¡5 autobuses distintos! para llegar hasta Ratnagiri, en Maharashtra, ya por la tarde-noche: 230 km en autobuses locales. Descansamos merecidamente en un buen hotel.
Día 18: Visitamos una zona de playas medio vírgenes de la costa de Konkan, junto al Mar Arábigo, alrededor de Ganpatipule, empezando con el templo Ganpati, pintado de rojo y blanco. La ida allí es en bus local (25 km, 1 hora) que sale con una hora de retraso, y la vuelta en tuk tuk, más rápida.
Día 19: Tomamos el tren Ratnagiri-Bombay (350 km, 7 horas). Damos un paseo por el centro de Bombay, tras llegar allí en taxi desde el hotel, ya que los tuk tuks tienen prohibida la entrada en el centro de la ciudad. Visitamos la zona de Dadar, con la playa del mismo nombre, y damos después de cenar una vuelta por los mercadillos nocturnos, tanto hindúes como musulmanes.
Día 20: Paseamos unos 7 km desde el hotel hacia la zona de la playa Juhu, atravesando campos donde los chicos juegan al cricket y avenidas con lujosos rascacielos; más adelante encontramos suburbios llenos de montañas de basura junto al río Mithi, pero también templos con novios que salen engalanados después de su boda, y más adelante vemos talladores de piedra cubiertos de polvo blanco… una explosión de sensaciones antagónicas en el último día en Bombay.
Después de la comida cogemos el último tuk tuk al hotel para recoger el equipaje y seguimos hacia el aeropuerto para embarcar en un vuelo nocturno.